lunes, 16 de enero de 2006

Salmo 118

Salmos 118 (Nueva Versión Internacional)


1 Den gracias al Señor, porque él es bueno;

su gran amor perdura para siempre.

2 Que proclame el pueblo de Israel:

«Su gran amor perdura para siempre.»

3 Que proclamen los descendientes de Aarón:

«Su gran amor perdura para siempre.»

4 Que proclamen los que temen al Señor:

«Su gran amor perdura para siempre.»

5 Desde mi angustia clamé al Señor,

y él respondió dándome libertad.

6 El Señor está conmigo, y no tengo miedo;

¿qué me puede hacer un simple *mortal?

7 El Señor está conmigo, él es mi ayuda;

¡ya veré por los suelos a los que me odian!

8 Es mejor refugiarse en el Señor

que confiar en el *hombre.

9 Es mejor refugiarse en el Señor

que fiarse de los poderosos.

10 Todas las naciones me rodearon,

pero en el *nombre del Señor las aniquilé.

11 Me rodearon por completo,

pero en el nombre del Señor las aniquilé.

12 Me rodearon como avispas,

pero se consumieron como zarzas en el fuego.

¡En el nombre del Señor las aniquilé!

13 Me empujaron con violencia para que cayera,

pero el Señor me ayudó.

14 El Señor es mi fuerza y mi canto;

¡él es mi *salvación!

15 Gritos de júbilo y *victoria

resuenan en las casas de los justos:

«¡La diestra del Señor realiza proezas!

16 ¡La diestra del Señor es exaltada!

¡La diestra del Señor realiza proezas!»

17 No he de morir; he de vivir

para proclamar las maravillas del Señor.

18 El Señor me ha castigado con dureza,

pero no me ha entregado a la muerte.

19 Ábranme las *puertas de la justicia

para que entre yo a dar gracias al Señor.

20 Son las puertas del Señor,

por las que entran los justos.

21 ¡Te daré gracias porque me respondiste,

porque eres mi *salvación!

22 La piedra que desecharon los constructores

ha llegado a ser la piedra angular.

23 Esto ha sido obra del Señor,

y nos deja maravillados.

24 Éste es el día en que el Señor actuó;

regocijémonos y alegrémonos en él.

25 Señor, ¡danos la *salvación!

Señor, ¡concédenos la *victoria!

26 Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Desde la casa del Señor los bendecimos.

27 El Señor es Dios y nos ilumina.

Únanse a la procesión portando ramas en la mano

hasta los cuernos del altar.

28 Tú eres mi Dios, por eso te doy gracias;

tú eres mi Dios, por eso te exalto.

29 Den gracias al Señor, porque él es bueno;

su gran amor perdura para siempre.



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