miércoles, 12 de abril de 2006

No Recibí Nada De Lo Que Pedí

Pedí a Dios ser fuerte
a fin de ejecutar proyectos grandiosos,
y El me hizo débil
para mantenerme humano.

Pedí a Dios que me diese salud
para realizar grandes empresas,
y El me dio la enfermedad
para que Lo comprendiera mejor.

Pedí a Dios riqueza
para poseerlo todo,
y El me dejó pobre
para que no fuese egoísta.

Pedí a Dios poder
para que los hombres necesitasen de mí,
y El me dio humildad
para que yo necesitase de Dios.

Pedí a Dios de todo
para gozar de la vida,
y El me dejó la vida
para poder gozar de todo...

Señor, no recibí nada de lo que pedí,
pero me diste todo lo que yo necesitaba,
y casi contra mi propia voluntad,
las oraciones que yo no hice fueron oídas.

¡Alabado seas oh Dios mío!
¡Entre todos los hombres nadie tiene más que yo!

Autor Anónimo
Pensamiento Cristiano Nº 91- Septiembre del 1977

Realmente no pensé encontrar algo que expresara tan fielmente lo que me está pasando.

2 comentarios:

Gustavo dijo...

Que bueno que las revistas hayan sido de provecho para tí. Me alegra mucho.
Ahora... de verdad tu piensas también que no recibiste nada de lo que pediste?...

JamesRock7 dijo...

O sea, se acerca mucho a la realidad...

Pedí un puesto de liderazgo en GBU, y me dio otro que ni siquiera pensé + uno en un ministerio naciente de la iglesia.

Pedí ser auxiliar de Biología y Biotecnología, y terminé como ayudante en Fenómenos de Transporte.

Pedí ser administrador de los computadores de mi departamento, y terminé siendo administrador del sitio PAMUCH - Para Ayuda al Mechón Urgido.

Pedí un curso de griego, y por falta de tiempo, no pude, y terminé en el curso de hermenéutica - herramientas y métodos para interpretar correctamente la Biblia.

Pedí una relación sentimental, y no me la dio, sino que me dio una relación espiritual con El mismo más fuerte y cercana que antes.

Lo de ser fuerte, sí.
Lo de la salud, también.
Lo de la riqueza, tal vez no tanto.
Pero lo del poder y la humildad claramente y literalmente.
Y de la vida tb.

En contra de mi voluntad, sí.

De hecho, eso fue lo único que me cumplió: sí se hizo su voluntad.

Pero ahora soy capaz de comprender todo este proceso que ha tomado meses. O quizás años.

No recibí lo que pedí, sino lo que no pedí, eso me dio.

Pero El sabe qué es mejor para mí, y quiero ver cómo eso se desarrolla en el futuro.