Ayer caí en cuenta de una gran verdad:
Hay miedos que siento, y que me pueden paralizar y/o enojar y hasta renunciar por las expectativas. Siento mucha presión porque pienso que los demás tienen muchas expectativas en mí, y yo también tengo muchas expectativas, y ante la presión, me puedo bloquear de miedo y frustración.
Y yo, exigiendo mucho de los demás, nunca me esforzaba yo al máximo para hacer esto posible, o sea, no daba todo de mí.
Pero, por un versículo que me ha rondado esta semana, justo Josué 1:9 (sí, el mismo del post anterior), me he dado cuenta que el temor se puede vencer con esfuerzo y con valentía.
Y eso implica esto: LA INVERSIÓN DE LA POLARIDAD DE LAS EXPECTATIVAS:
Ya no tener mis expectativas puestas en lo que puedan hacer los demás o yo, que pueda salir bien, sino en Dios, sea bueno o malo lo que suceda, confiando en que al final siempre será para mejor, y en vez de flojearme o desanimarme, dar todo de mí.
Pero pensaba, cómo hago eso cuando el ánimo no me acompaña. Yo sé que cuando estoy enojado, mi rendimiento aumenta mucho por la furia, pero pensaba, habrá una emoción más pura, sublime que saque todo mi rendimiento fuera? Y me acordé de dichoso versículo.
Puedo dar todo de mí si soy valiente. Pero para eso, necesito más fe para poder tener confianza en que Dios está conmigo y me ayudará.
Y por esto puse los versículos acá abajo, buscando pistas acerca de la Valentía.
Hay miedos que siento, y que me pueden paralizar y/o enojar y hasta renunciar por las expectativas. Siento mucha presión porque pienso que los demás tienen muchas expectativas en mí, y yo también tengo muchas expectativas, y ante la presión, me puedo bloquear de miedo y frustración.
Y yo, exigiendo mucho de los demás, nunca me esforzaba yo al máximo para hacer esto posible, o sea, no daba todo de mí.
Pero, por un versículo que me ha rondado esta semana, justo Josué 1:9 (sí, el mismo del post anterior), me he dado cuenta que el temor se puede vencer con esfuerzo y con valentía.
Y eso implica esto: LA INVERSIÓN DE LA POLARIDAD DE LAS EXPECTATIVAS:
Ya no tener mis expectativas puestas en lo que puedan hacer los demás o yo, que pueda salir bien, sino en Dios, sea bueno o malo lo que suceda, confiando en que al final siempre será para mejor, y en vez de flojearme o desanimarme, dar todo de mí.
Pero pensaba, cómo hago eso cuando el ánimo no me acompaña. Yo sé que cuando estoy enojado, mi rendimiento aumenta mucho por la furia, pero pensaba, habrá una emoción más pura, sublime que saque todo mi rendimiento fuera? Y me acordé de dichoso versículo.
Puedo dar todo de mí si soy valiente. Pero para eso, necesito más fe para poder tener confianza en que Dios está conmigo y me ayudará.
Y por esto puse los versículos acá abajo, buscando pistas acerca de la Valentía.
1 comentario:
Sí, me refería en parte a esasa situaciones muy especiales.
Pero también en la vida diaria.
Pero no es siempre - es cuando necesito actuar.
Quiero dar lo mejor de mí, y que mi desánimo o temor no me impida darlo.
Thanks.
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