miércoles, 6 de septiembre de 2006

El Don de la Desdicha

Hoy tengo una sensación muy extraña...

Como que estaba chato de muchas cosas...
aburrido...
lateado...

como si por un rato viera todo gris...

A un día de ir a Mendoza, surge esta sensación...

No entiendo por qué.

Es como si tuviera ganas de ver a mis amigos...
de pasarla bien un rato...
de hacer algo entretenido...

Como si lo que tuviera ahora no fuera suficiente.

Por ahí leí que esta añoranza es parte del "don de la desdicha" de que nada nos satisface acá, y nuestro interior gime por nuestro verdadero hogar.

Esto lo leí hace algún tiempo en el libro "Cuando Dios Susurra tu Nombre" de Tim LaHaye.


¿Qué yace más allá de la cordillera?
¿Qué me espera más allá de estos días?

Y le pregunto a Dios, en oración, qué significa todo esto.

1 Corintios 15:19

Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.

2 comentarios:

Gustavo dijo...

"Cuando Dios Susurra tu Nombre" es de Max Lucado, no de Tim LaHaye! confunda pero no ofenda... jejeje

Bendiciones amigo, y ánimo. Vas a ver que cuando vuelvas de Mendoza todo va a haber cambiado...

Raúl A. Pinto dijo...

que tal!!!

Bueno, buscando blogs cristianos (específicamente de los que escuchan a Rescate), he hallado éste, donde te veo muy comprometido con Jesús, y con un testimonio de conocerlo de manera fulminante y radical.
Todos los cambios implican sensaciones extrañas, ya que la rutina es rota, pero aún así recuerda que "para los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien"

Saludos amigazo!!!!