miércoles, 13 de septiembre de 2006

Del otro lado de la cordillera


Volví.

Escucho The Imposter, Kevin Max, When He Returns.

Ha sido extraño todo esto,
encontré la respuesta que andaba buscando,
pero algo falta todavía.

Hoy vimos que hay viajes que no tienen retorno,
como el mío.

Yací en silencio en la reunión
mas mi interior estaba en revolución
porque en ese camino me encontré yo.

Y pienso...
debo recuperar las cosas que perdí...?
¿La pasión que me hacía vivir?
¿La ilusión que me hacía seguir?

El camino está trazado.
El Evangelio debe ser enseñado y proclamado.

Está apunto de cumplirse la fecha cuando comencé a sentir aquel fuego
que por soltar antes de tiempo me consumió.

Y ahora
no hay pasión
ni ilusión
mas
no sé si el tratar de recuperarlas
será intentar volver atrás
a algo que es imposible.

Pues sigo en este viaje
donde peregrino hacia el otro lado
del mar Rojo.

¿Acaso debo poner todo esto, sólo para que se enteren de mis procesos?
¿Para mostrar mis debilidades?
¿Son acaso debilidades?

Yaa, no es para tanto...
estoy mejor...
en medoza el Señor me sanó de mis heridas
y ahora intento ver el futuro
que bien difuso se ve...

Lo único que veo cerca es...

nuevamente


Quino...

El lugar donde todo comienza y termina en GBU.

Donde nací
donde morí
y donde tal vez resucite...

Hoy en la mañana, leí una cita muy santa de Lucas...

Hechos 5:41-42

Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre.

Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías.

Que ese sea mi emblema en este tiempo.
Ahora puedo ir a dormir tranquilo.

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