jueves, 1 de enero de 2015

Un Salmo para comenzar este 2015

[Salmo 40:1-11]] NVI - Nueva Versión Internacional.

Puse en el SEÑOR toda mi esperanza; él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.

2 Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme.

3 Puso en mis labios un cántico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios. Al ver esto, muchos tuvieron miedo y pusieron su confianza en el SEÑOR.

4 Dichoso el que pone su confianza en el SEÑOR y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos.

5 Muchas son, SEÑOR mi Dios, las maravillas que tú has hecho. No es posible enumerar tus bondades en favor nuestro. Si quisiera anunciarlas y proclamarlas, serían más de lo que puedo contar.

6 A ti no te complacen sacrificios ni ofrendas, pero me has hecho obediente; tú no has pedido holocaustos ni sacrificios por el pecado.

7 Por eso dije: «Aquí me tienes —como el libro dice de mí—.

8 Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí.»

9 En medio de la gran asamblea he dado a conocer tu justicia. Tú bien sabes, SEÑOR, que no he sellado mis labios.

10 No escondo tu justicia en mi corazón, sino que proclamo tu fidelidad y tu salvación. No oculto en la gran asamblea tu gran amor y tu verdad.

11 No me niegues, SEÑOR, tu misericordia; que siempre me protejan tu amor y tu verdad.

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