El pan de la memoria

Éxodo 16
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Hay pruebas repentinas y fuertes, y otras paulatinas y menos violentas, que igual pueden provocar estragos en uno. Cómo reaccionamos a ellas habla mucho de cómo somos y en que ponernos nuestra confianza presente y futura.

¿De verdad que el pueblo de Israel tenía ollas de carne y pan de sobra? ¿Era para ellos así la esclavitud? Pero el hambre de un mes (en realidad no sabemos cuanto ser alimentaron, pero sí que estuvieron en un oasis) los tenía así de mal.

De esto, es interesante ver que el Señor les envía el maná para sustentarlos diariamente y los desafía a confiar en esa promesa. Y también les mandó codornices.

No tenían que recoger más del maná necesario para el día. Y aún así algunos recogieron más, y se les pudrió todo.

También les dijo que no recogieran para el séptimo día, para descansar, y que eso no le les echaría a perder, y aún así algunos fueron a buscar ese día y no encontraron.

¿Por qué les pasó eso? ¿Y por qué a veces nos pasa lo mismo?

Por último, vemos que Dios les ordena guardar un gómer - 2 lt - de maná, para que las familias pudiesen ver a futuro esta provisión sobrenatural. Una de ellas quedó en el arca del pacto. La prueba (el hambre en este caso) fue la oportunidad ideal para la provisión de Dios y una promesa eterna.

¿Qué dificultad y promesa sería bueno que recordáramos hoy?

Cuando estemos mal, echemos mano a nuestros recuerdos para recuperar aquellas promesas que el Señor nos ha dado. Nos podemos encontrar con sorpresas tremendas :)

Abrazos y bendiciones ^^