jueves, 24 de junio de 2010

¿Es pecado compartir música por internet?

Hoy revisé este reportaje sobre el tema en 











He estado pensando al respecto. Si bien no es bueno robar música a las compañías discográficas, ellas no les pagan a los artistas lo que se merecen. Además, si no se bajara música por internet, las bandas no se promocionarían tanto, y no irían a los conciertos, que es donde los artistas reciben grandes entradas económicas.

Además.... no es ético cobrar 2 millones de dólares a una ama de casa por bajar música (ver última parte del artículo de Taringa!, en la parte de 'Gilberto Gil y Moby'. Para mi gusto, esto es más venganza que justicia.

Si son capaces de reclamar sus derechos, también deberían hacerse cargo de cumplir sus deberes con los artistas, o lo que debería ser ético para ellos, si al final los estudios no tendrían sentido si no se hiciera música.

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Pasando a un tema más de lo nuestro... bajar música canuta x internet...

¿cuántos de nosotros lo hemos hecho?

¿Cuántos de los que fuimos al concierto de Hillsong teníamos discos originales al ir? Estando acá en Chile... pienso que muy pocos. Pero aún así el Arena Movistar se llenó. Y varios tb gastamos hartas lucas en discos, libros, DVDs y otros souvenires luego del concierto (el stand de ventas estaba lleno al final... menos mal fui entremedio del concierto a comprar XDDD).

¿Deberían los de Hillsong United dejar fuera a todos los que fuimos al concierto y no habíamos comprado ni un solo disco? 

¿Están haciendo la música para adorar a Dios, o para ganar plata?

Igual en sus derechos de autor sale que bajar los discos compartidos en internet viola sus derechos...



Buscar "14. I HAVE FOUND YOUR ALBUMS AND VIDEOS ON A FILE SHARING WEB SITE / BIT TORRENT SITE. IS IT OK FOR ME TO DOWNLOAD YOUR ALBUM OR VIDEO FROM THERE?"

¿Qué hacer? 

Tal vez comprar el disco bajado en cuanto se pueda si te gustó, o si no borrarlo.

¿Qué opinan al respecto?

Más discusión sobre el temilla de la piratería está en esta página, que es donde saqué la foto.

viernes, 18 de junio de 2010

Y como tus días serán tus fuerzas

“...y como tus días serán tus fuerzas”
(Deu_33:25) (PDT) Que tus puertas sean de hierro y bronce, y que seas fuerte mientras vivas. 

Dios promete dar fuerza a Su pueblo en todo tiempo y en proporción a sus necesidades. No promete darla antes que éstas se presenten, pero cuando llegue la crisis, la gracia estará ahí para hacerle frente.

Quizás seas llamado a pasar por un tiempo de enfermedad y sufrimiento. Si supieras con anticipación cuán grande será la prueba es posible que dijeras: “Sé que no la podré soportar”. Pero, para tu asombro y el de los demás, el apoyo divino viene siempre con la prueba.

Vivimos con el temor del día en que nuestro Señor llame a sus seres queridos. Creemos que nuestro pequeño mundo se desmoronará y que no podremos hacerle frente a la situación. Pero no debemos pensar así. Sabemos que la presencia y el poder del Señor se harán presentes de una manera que nunca antes hemos experimentado.

Muchos de nosotros hemos estado al borde de la muerte en accidentes y situaciones de extremo peligro. En vez de encontrarnos llenos de pánico en esos momentos, hemos comprobado cómo Dios ha llenado de paz nuestras almas. Sabemos que es el Señor que viene a ayudarnos.

Cuando leemos las historias de aquéllos que dieron sus vidas con heroísmo por amor de Cristo, comprendemos de una manera nueva que Dios da “gracia de mártir para los días del martirio”. El valor ardiente de los mártires estuvo más allá de la intrepidez humana. Su audaz testimonio vino de arriba.
Preocuparse de antemano por las necesidades sólo produce úlceras. La verdad es que Dios no concede gracia y fortaleza hasta que éstas se necesitan. Como D. W. Whittle dijo:

Nada tengo que ver con el mañana,
de su afán el Señor me guardará;
No puedo tomar prestadas su fuerza y gracia,
¿por qué prestadas sus preocupaciones pediré?

Las memorables líneas de Annie Johnson Flint son siempre oportunas.

“Su gracia es mayor si las cargas aumentan,
Su fuerza es mayor si la prueba es más cruel.
Si es grande la lucha, mayor es Su gracia,
Si más son las penas, mayor es Su paz.

Si nuestros recursos se han agotado, 
Si fuerzas nos faltan para terminar,
Si al punto ya estamos de desanimarnos,
El tiempo ha llegado en que Dios obrará”.