| Mi madre me ha ayudado a ver que lo que más me ha estado estorbando y amargando es mi Cavilación. Puedo enfrentar un conflicto muy bien. Pero al rato, comienzo a darle muchas vueltas, me amargo, comienzo a sentir pesadeces y la paso muy mal. Del análisis paso al rollo, y a la duda y la amargura. Pierdo el gozo y la paz con todo esto. Y ella me dijo: en vez de cavilar tanto, canta! Y eso voy a comenzar a hacer. Y si vuelvo a cavilar, le pediré a Jesús que me desate de él. |
Cosas que pienso, ideas que emergen,
sentimientos que brotan y emociones que surgen.
Arrojo todos al Viento para que se encargue de llevarlos donde quiera.
El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar,
aunque ignoras de dónde viene y a dónde va.
Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.
Juan 3:8
Quiero ir donde el Viento se dirija.
guauuuuuu que buena sugerencia la de tu madre!!!!!! además sabes??ádeás es bíblica!!!
ResponderBorrarOraré por tí para que en los monetos que la cavilación te enga ahogado el señor sea quien te haga cantar!!!!!!!
besitos,