Mañana me voy a Punta Arenas, a ayudar en un encuentro que harán en la iglesia Alianza de allá, y para visitar tb al grupo de GBU Punta Arenas que hay allá.
Por las cosas que me han pasado últimamente, escuchaba un disco de Jars of Clay llamado Redemption Songs,que recupera himnos tradicionales gringos (de los cuales, algunos son tradicionales nuestros también), para reenfocar la música actual (de ese tiempo, 2005) en cómo las luchas de las personas hace siglos se repiten hoy, y cómo ellos las plasmaron en canciones que trascienden el lenguaje común.
Esta es la canción.
Redemption Songs
by Jars of Clay
Lyrics:
We are one in the Spirit, we are one in the Lord
We are one in the Spirit, we are one in the Lord
And we pray that our unity will one day be restored
And they’ll know we are Christians by our love, by our love
Yeah they’ll know we are Christians by our love
We will work with each other, we will work side by side
We will work with each other, we will work side by side
And we’ll guard each man’s dignity and save each man’s pride
And they’ll know we are Christians by our love, by our love
Yeah, they’ll know we are Christians by our love.
words and music by Peter Scholtes / © 1966 by F.E.L. Publications, Ltd. 1991 Assigned to The Lorenz Publishing Company (ASCAP).
Behind the Song:
Author Marva Dawn says that if the local church is to reflect the real diversity of the body of Christ, then everybody has to sing songs they don’t like. This track is an apt closing to Redemption Songs as it reminds us the gospel is bigger than what we as Christians choose to sing, and though we may disagree with each other about what to sing in worship, it’s vital to have those discussions with love. “It’s an interesting thought to leave people with on the record,” Steve says. “There is an ethereal quality to it, but at the heart of it, but truly people should know us by our love, not our protests or by our political leanings or whether we should be fighting a war or not, but defined by Christ. It’s love, first and foremost.”
Steve Mason shares a closing thought. “Part of our hope is that through this process of reaching back and listening to the way we as the church over the years have worshiped and approached God, it will help us hear the modern music we’re singing in a different way,” he says. “It reshapes the songs. It gives us a new context in which we hear these songs.” (Jars Of Clay)
Y se traduciría así...
Sabrán que Somos Cristianos por Nuestro Amor
Canciones de Redención
por Jars of Clay
Somos uno en el Espíritu, somos unos en el Señor
Somos uno en el Espíritu, somos unos en el Señor
Y oramos que nuestra unidad sea un día restaurada
Y sabrán que somos Cristianos por nuestro amor, por nuestro amor
Sí, sabrán que somos Cristianos por nuestro amor.
Trabajaremos todos juntos, trabajaremos lado a lado
Trabajaremos todos juntos, trabajaremos lado a lado
Y guardaremos la dignidad de cada uno y lo rescataremos de su orgullo
Y sabrán que somos Cristianos por nuestro amor, por nuestro amor
Sí, sabrán que somos Cristianos por nuestro amor.
Y repito: Sí, sabrán que somos Cristianos por nuestro amor.
Si pudiera resumir todas las enseñanzas que recibí en el GBU, siento que la más importante de todas es esta: El sello de nuestra cristiandad es nuestro amor, y es lo primero que debemos tener y mostrar ante los demás.
Esto lo aprendí en el Conosur 2005, donde había gente de muchas razas e idiomas, y sentimos el amor de Dios fluir entre todos nosotros a pesar de que apenas nos conocíamos.
Este amor es lo que más muestra que somos cristianos. Más que una prédica hermenéutica u homiléticamente correcta (la forma de interpretar la Biblia o predicar), o una campaña de evangelismo masiva, o hablar en lenguas, o danzar, o dar la vida en misión por los pobres. Como dice 1 Corintios 13...
1 Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.2 Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.3 Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas,pero no tengo amor, nada gano con eso.
4 El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.5 No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.6 El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.7 Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor jamás se extingue, mientras que el don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado y el de conocimiento desaparecerá.9 Porque conocemos y profetizamos de manera imperfecta;10 pero cuando llegue lo perfecto, lo imperfecto desaparecerá.11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.12 Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de manera imperfecta, pero entonces conoceré tal y como soy conocido.
13 Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.
Ese amor que conocí me permitió seguir adelante en las condiciones más adversas, donde sentía que mi vida había perdido todo sentido, y no sabía dónde ir. Ese amor que me ha permitido perdonas las cosas más dolorosas, y restaurar relaciones que, humanamente, estaban irremediablemente rotas.
Ese amor que me permite ahora luchar por una iglesia más integrada y diversa (así como el Tuto dijo en la papa fritada del sábado), donde cada uno encuentre su espacio, pueda desarrollarse en sus dones, pueda sentirse en familia y, lo más importante, donde pueda adorar a Dios en libertad. Donde los juicios sean reemplazados por la misericordia, y donde haya justicia y amor. Donde el dedo condenatorio sea cambiado por la mano acogedora y consoladora, y donde la soledad sea convertida en lágrimas de alegría y felicidad.
Esa fue la lección más importante que me llevo de GBU, y es lo que llevo al extremo austral esta semana.
Y vuelvo a repetir: sabrán que somos Cristianos por nuestro amor.